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Gráfico
Resistencia al
fuego
Excepción
Recepción al
fuego
La Madera no se inflama, normalmente, hasta que ha alcanzado una temperatura de 250°C. Una vez que alcanza esta temperatura, el socarrar comienza y continúa proporcional a la densidad de la madera. Los mayores espesores de madera disminuyen los riesgos de ignición y en caso de producido el fuego, la propagación del mismo. El elemento de Madera Laminada reduce lentamente de tamaño, mientras se quema en la superficie expuesta al fuego generándose una capa de carbón que actúa como defensa al avance del fuego (Char Layer). Por esto, el restante del elemento de Madera Laminada (Normal Wood) sin quemar es inafectado por el fuego y continuará apoyando cargas, manteniendo el núcleo de la pieza sus propiedades mecánicas intactas, garantizando la estabilidad de la estructura durante más tiempo que el que ofrecen otros materiales.
Si comparamos la Resistencia al Fuego de la Madera Laminada con el Acero Estructural, este pierde rápidamente su resistencia a medida que la temperatura aumenta. Tras alcanzar los 550°C conserva alrededor del 50% de su resistencia de flexión original y en los 750°C ha perdido prácticamente el 90%. Esta temperatura en fuegos normales de un edificio se logra dentro tiempos muy cortos.
El resultado del ensayo realizado que se muestra en las fotos entregó los siguientes resultados:
1. La profundidad de carbonización en la viga de madera fue, en cada cara 19 mm y 16 mm en el canto expuesto al fuego.
2. Después de 30 minutos de exposición al fuego ( 816°C), la viga de madera conservó el 75 % de su sección transversal, soportando la carga sin fallar.
3. Su deformación máxima fue menor que la deformación de cálculo.
Ensayo
La profundidad de carbonización en la viga de madera fue, en cada cara 19 mm y 16 mm en el canto expuesto al fuego.
Después de 30 minutos de exposición al fuego (816°C), la viga de madera conservó el 75% de su sección transversal, soportando la carga sin fallar.
Su deformación máxima fue menor que la deformación de cálculo.